Conocer a Arctic Monkeys fue un amor tardío. Sin embargo, llegué a la banda por una buena puerta de entrada: su disco AM. Claro, llegué al "final" del recorrido que la banda inició hace varios años atrás.
El punto es que la locura por la banda llegó este 2014 para quedarse, y decidí ir al concierto.
Para mi suerte de neofanática o fanática tardía, la gira fue para promocionar el disco AM, por lo que la mayor parte de los temas correspondieron a este último lanzamiento.
Conocer el setlist es fácil, lo encontré en Setlist.fm, donde se puede conocer el orden de las canciones que toca cada banda en los conciertos, y como Arctic Monekys no hace demasiadas variaciones, estaba "el chancho tirado". (Pincha aquí para ver el setlist de Chile).
Aunque otros habían tenido la suerte de escucharlos en Lollapalooza 2012, me alegro de haberlos conocido más tarde y amarlos igual. Al final, la música te llega cuando tiene que hacerlo.
Del show no tengo nada que decir, simplemente alucinante. Un vaivén de sensaciones, una batería de sonidos equilibrada con puntos de calma, locura y euforia distribuidos de manera exquisita. El Movistar Arena estrellado y cientos de celulares arriba mientras sonaba "I Wanna be Yours", casi al final del concierto.
La voz de Alex Turner -siempre divo- era como tenerlo en mis audífonos una vez más. Impecable, tal como la banda en general.
No saqué fotos, pero grabé un video al revés que aún no logro girar. No importa, sumar experiencias y disfrutarlas.
Esa noche terminé brindando por la vida con el alma y el cuerpo, pero esa es otra historia. La fiebre de Artic Monkeys quedó saciada.
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